Un vuelo agitado.

Te invitamos a continuar o a terminar esta historia. Una vez sepamos el final le inventaremos títulos. O puedes inventar un final y proponer el título enseguida también. El que hay en el momento es provisional ¡Participa e invita a tu red!

turbulencia

El piloto Tito Nieves y su copiloto Haroldo Pérez, iban en la cabina de mando de su Boeing 777, con destino a Montevideo. El indicio del radar era claro, por lo tanto el capitán hizo el anuncio: “Estimados pasajeros, por favor abróchense en cinturón de seguridad, en breve estaremos entrando en una zona de leves turbulencias. Equipo de cabina, a sus puestos. Les habla su capitán, Tito Nieves”.

En unos cinco minutos, empezó la turbulencia. Al principio fue leve, como el capitán había anticipado, pero cada vez se volvía más y más fuerte. Entonces se escucharon un par de gritos de pánico, desde la cabina de pasajeros. “¿Es que no saben que estamos entrenados para esto Pérez?”. “Supongo que no todos tienen sangre de tigre capitán”.

La turbulencia se calmó un poco. El capitán agarró de nuevo su micrófono: “Estimados pasajeros, les ruego mantener la calma. Estamos entre una nube y es de esperarse un vuelo turbulento por al menos 20 minutos, pero no hay nada de que preocuparse. Estamos a una altura de 40.000 pies y a aproximadamente una hora de nuestro destino”.

Al terminar sus palabras, un sacudón peor que el anterior azotó el avión. Rezos y alaridos se escuchaban desde la cabina de pasajeros. Ambos pilotos, calmados, se miraron y no pudieron aguantar sus risas. Era una risa de esas incontrolables, que sacan lágrimas y terminan con un dolor de los músculos faciales…

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