Supera el síndrome de la página en blanco

Seamos realistas… escribir es más divertido cuando las palabras salen de tu cabeza de manera natural y constante. No obstante, de vez en cuando nos quedamos atorados. Por algún motivo las ideas no nos salen de la misma forma y se hace difícil volver a nuestro ritmo deseado. Es por eso que hemos hecho esta recopilación de recomendaciones de escritura, para que tus poderes vuelvan. Puede que unos te funcionen más que otros, eso dependerá de tu personalidad. Pero si te encuentras sufriendo del síndrome de la página en blanco, intenta llevar a cabo uno o más de estos para superar el problema.

Imagen cortesía de Jess Bailey

Imagínate escribiendo

Sabemos que puede sonar un poco raro. Sin embargo, solo imaginar que tus dedos presionan el teclado, o que tu mano escribe con un bolígrafo, puede ayudar. Este truco puede hacer creer a tu cerebro que en realidad estás haciendo algo y ese sentimiento podría motivarte.

“Si lo puedes soñar, lo puedes lograr”. Walt Disney

Recuerda el motivo por el cual escribes

No escribas solo porque otras personas lo dijeron.  No escribas porque escuchaste que es una habilidad útil.  Escribe porque realmente lo disfrutas.  Escribe porque tienes algo que decir.  Se trata de que te des cuenta del valor que obtienes de la escritura. Cuando finalmente comprendas el “por qué” detrás de tu escritura, escribir no se sentirá como un obstáculo.

Comprométete con una meta periódica

300 palabras, 1 párrafo, 30 minutos, 1 borrador. Cualquiera sea la meta que establezcas, comprométete con ella. Hazlo sin que lo aplaces y sin quejarte. No hay excusas que valgan. Si vas a poner excusas, reduce los números, o el ritmo, hasta que puedas.

Revisa viejos comentarios sobre tus escritos

¿Recuerdas cómo te sentiste cuando tu historia recibió un comentario? ¿Qué tan emocionado estabas de saber que alguien había disfrutado de tu escrito lo suficiente como para dejarle una nota? ¿Y qué tan ansioso estabas por escribir tu próxima pieza? Vuelve a esos primeros escritos y lee lo que dijeron tus lectores. Es posible que te sientas inspirado para escribir sobre algo que nunca se te hubiera pasado por la cabeza.

Recorta tu lista de tareas por la mitad

Imagen cortesía de Emma Matthews

Es en serio, ¡simplemente hazlo! Al deshacerte de las tareas adicionales, tendrás menos cosas de las que preocuparte. Esto te permitirá concentrarte más en la escritura.

Lleva a cabo un cambio en tu ambiente para impulsar tu creatividad

Tener un espacio de trabajo específico hace que sea más fácil cambiar a modo “trabajo”. Pero a la larga, puede prevenir que tu mente genere nuevas ideas geniales. Si ese es el caso, intenta cambiar a una nueva ubicación para trabajar. Cuando sea más seguro salir, puedes pensar en un parque, una cafetería, una biblioteca, la casa de tus amigos. Mientras tanto puedes buscar alternativas a tu alcance en tu mismo hogar. Es muy probable que tengas muchas más cosas interesantes que decir.

Pídele a alguien que critique tu tema

Existe la posibilidad de que esa persona pueda inspirarte con un tema más interesante. No debes tenerle miedo a pedir la opinión de los demás. Algunas personas se cohíben de hacerlo, por miedo al robo de ideas. No obstante, aunque esa persona tome una u otra idea, cuando se trata de escribir, el resultado nunca será el mismo.

Toma descansos

Si estás agotado y no tienes motivación para escribir, date 20 minutos de descanso, una hora o un par de días. Si eso es lo que necesitas para recuperarte, tu cerebro te dirá cuándo está listo para empezar de nuevo.

Ejercítate

Imagen cortesía de Jonathan Borba

Por mucho que lo odies, el ejercicio cura las mentes desmotivadas. Porque cuando mueves tu cuerpo, bombeas más oxígeno a tu cerebro. Eso te va a suministrar esa avalancha de ideas para que puedas darlo todo.

Escucha música que se ajuste a tu manera de escribir

La música despierta nuestro estado de ánimo para casi todo, desde las cenas en casa hasta los entrenamientos. Y sí, incluso para la escritura. Esta técnica es especialmente efectiva si estás escribiendo una pieza emocional. Sin embargo, es mejor que no elijas canciones que tengan letras, porque eso podría distraerte o contaminar tu texto.

¡Toma café, té, chocolate, cualquier cosa que tenga cafeína!

¿Alguna vez te preguntaste por qué la gente va a cafeterías a escribir? Porque una taza de café tiene suficiente cafeína para que te concentres y sientas que estás listo. Muchos consideran que escribir es una tarea ardua y desalentadora. Pero los efectos energizantes de la cafeína en el café ayudan a superar al menos el primero de muchos obstáculos, la página en blanco.

Ponte cómodo

Imagen cortesía de Dillon Shook

Usa algodón. Siéntate en una silla cómoda. Enciende el aire acondicionado o el calentador. Incluso cosas pequeñas como estas pueden cambiar tu estado de ánimo para que puedas escribir.

Escribe algo que hayas estado pensando recientemente

Piensa en las cosas que te han estado molestando, cómo te sientes acerca de alguien o algo. Lo que querías hacer pero no has hecho. Es mucho más fácil (y más refrescante) escribir sobre tus pensamientos personales.

Lee una historia

Lo que leas, un boletín, un cuento, un libro de ficción, un cómic, te ayudará a relajarte. Es así porque simplemente estás dejando que tu mente trabaje a su propio ritmo. Esto sin mencionar que tendrás algunas ideas bastante buenas para tu próximo escrito.

Escribe sobre algo que puedas enseñar

Todos tenemos un talento especial. Pero no todos lo comparten con el mundo. Así que cuéntale a la gente sobre tus experiencias, lo que has aprendido, lo que tal vez no sepan. Todo valdrá la pena cuando la gente vuelva para aprender más.

Recompénsate por escribir

Imagen cortesía de Helena Lopes

Tu mente, en secreto, anhela recompensas cuando haces un buen trabajo. Piensa en tu pago de nómina o en tus bonificaciones ¿No te hacen sentir motivado para trabajar más duro? Lo mismo aplica para la escritura. Si te recompensas por completar todo un escrito, o incluso una oración, no dudarás en seguir escribiendo.

Cambia un poco tu rutina

La vida puede sentirse aburrida a veces. Esto podría arrastrar todo tu estado de ánimo hasta el punto en que ni siquiera quieras pensar en escribir. Así que cambia tu día un poco. En lugar de escribir en la mañana, intenta escribir en la noche. En lugar de almorzar a las 12 p.m., hazlo a la 1 p.m. En lugar de hacer ejercicio después del trabajo, llama a un amigo para que se pongan al día. Estos cambios estimulan enseguida tu cerebro. Lo cual te hará sentir más feliz y más decidido a hacer las cosas bien de nuevo.

Emociónate

No tienes necesariamente que terminar con tu novia o que tomarte una botella de licor. Pero cuando te dejas llevar por tus emociones, tu mente expulsa todos estos pensamientos que no pueden ser contenidos por mucho tiempo. Y cuando lo intentas poner sobre papel o en la pantalla, las palabras fluyen como un río poderoso. Y si el río suena, piedras trae.

Compra pegatinas (post its) y un calendario

Imagen cortesía de The Focus Course

Ve o llama a la tienda local y compra estas dos cosas. Cada vez que escribas, no importa por cuánto tiempo, coloca una pegatina debajo de ese día. ¡Ver todos esos logros en tu calendario te mantendrá activo!

Lee citas inspiradoras

Son un refuerzo instantáneo para el estado de ánimo. Además, las citas inspiradoras son una gran inspiración para una historia extraordinaria. Puedes usarlas para hablar sobre tu vida personal. O también puede usarlas para que tu mensaje principal resalte.

Haz algo divertido

Mira fotos bonitas o algunos videos divertidos en YouTube. Echa un vistazo a sitios de compras en línea o enciende un videojuego. Mientras hagas cosas que entretienen tu mente, eliminarás todo el estrés y el agotamiento mental que te impidieron escribir.

Escribe una pequeña nota para el día siguiente

Escribir puede convertirse en una tarea tediosa. Por lo tanto, se siente muy bien recibir una pequeña nota de ti, para ti, que diga lo increíble, inteligente, creativo que eres.

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