Sólo le falta el título a este cuento sobre Muhammad Ali y Joe Frazier

Cuento en construcción

Esta historia ha sido escrita hasta el momento entre Enrique Castiblanco, Sebastián Bravo y el Comité editorial de Cuento Colectivo. Tienes hasta el viernes 16 de diciembre de 2011 para inventarle un título. Es lo único que hace falta para terminarla. ¡Participa!


En 1980, Muhammad Ali, ya retirado de su carrera deportiva, tomaba un café en un pequeño establecimiento ubicado en la décima avenida de Nueva York. De pronto, para su sorpresa, ve entrar a Smoking Joe Frazier, -su rival varios años atrás, el primero en vencerlo- a la tiendecita.

A Ali se le vinieron muchos recuerdos a la cabeza, aquellos de sus años de gloria. El flujo de reminiscencias terminó con el recuerdo del gancho izquierdo de Frazier en su quijada. Miró a Frazier de nuevo y este ya, desde lejos, se había percatado se su presencia. Alí lo saludó desde lejos y lo invitó, con un gesto, a sentarse en su mesa.

Sin embargo, Joe Frazier frunció el ceño, se sentó en una silla que le daba la espalda a Muhammad Alí, y continuó leyendo el diario que estaba leyendo y tomándose su café. Alí se sintió insultado. Entonces se acercó a la mesa en la cual estaba Joe y le tocó el hombro. “Oye hermano, te estaba llamando. ¿Acaso no me viste?” dijo Muhammad Ali.

“Sí vi, pero decidí ignorar tu saludo. Y no soy tu hermano” respondió Frazier. “Sugiero que te tranquilices. Es sólo un deporte. No tiene por qué volverse personal” comentó Ali. “Fuiste tú el que lo volvió personal con esa lengua sucia” dijo Frazier. En ese momento Ali recordó como en las ruedas de prensa, solía humillar a su oponente al burlarse de su físico y compararlo con un gorila.

“Ahora si me disculpas, quisiera un poco de privacidad” concluyó Frazier y una vez más le dio la espalda a Ali. Ali hizo tal como se lo pidió su viejo oponente y se fue a casa con la certeza de que a Frazier los golpes más duros se los había dado no con los puños, si no con la lengua, y que eso le había costado su amistad para siempre.

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