Sigue esta narración sobre una niña traviesa y su elefanta

Cuento en construcción

Sigue esta punto de partida propuesto por Gustavo Lobig y editado por el Comité editorial de Cuento Colectivo. Una vez sepamos el final de esta historia le inventaremos títulos. ¡Participa!

La bella y la bestia, les decían. Inseparables… la hermosa elefanta y su terrible amita iban a todas partes sin que nadie osara despertar la ira de la destructiva niña, a quien la elefanta obedecía ciegamente. Una mañana, después del desayuno, ambas se sentaron a contemplar su próximo escenario de tropelías. Frente a la fachada de la gran casa, acababa de estacionarse el sedán azul del padre de la niña.

Eso le dio a ésta una idea útil para realizar su nueva y más terrible travesura, la mejor de todas, la que acabaría finalmente con la casa, el coche y la niña, sin tocar ni un pelo de la enorme mole gris que ahora rumiaba su pienso, mientras su amiga se reclinaba contra su costado izquierdo para abrazarla…

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