Metaparentesiaccíon

 

parentesis(En el transcurso de mi vida, siempre me sentí entre una y otra cosa, entre paréntesis (rodeado por las barreras de lo que soy (imposible de definir, de entender))).

Entonces, un día, miré dentro de mí y vi cuevas, puestas al final de las calles sin salida de un laberinto (eran confusas (pequeñas curvaturas dentro de las curvas en un inadaptable ser, incapaz de permanecer afuera, allá, o aquí, indiferente. (Por un rato, me encaminé aún más adentro de mí (y solamente lo hice, pues sabía que no habría nada a ser hecho (y cuanto más sumergía, menos ellos entendían))). Pero esto fue tan solo el comienzo.

(Entonces, fui arrancado, me sacaron afuera); y a los dos, vi ruedas, cuatro, pasaron por mí (pero mientras, niño, solamente asistía (pues allí estaba yo, entre paréntesis otra vez)); a los tres, era responsable por mi toalla, como si la incomprensión que me rodea, del espacio en que existo, pasara a rechazarme (no como un adolescente si siente rechazado, por estar bajo el efecto de las hormonas (era intenso, algo que venía de las entrañas, de las cuevas (ah, una sombra dentro de mí (una sombra tan poderosa que tragaba la oscuridad))); a los seis, una chica me tomó por la mano y enseñó la letrina de la máquina anti creacional (pero antes, yo casi lloré, otra vez (observado de soslayo por la acción natural de las cosas)); a los doce, a los trece, a los catorce, miré incontables veces para el pozo sin hondo y flirteé con él (yo quería volar (lo que puede ser entendido como huir de los paréntesis donde los otros me aislaban (lo que no puede exactamente ser entendido como que si no me gustara (y lo que puede, y debe ser entendido, como pura consecuencia de la vida (aunque también no ateste que sea destino o algo parecido))))).

Pero ellos querían. Entonces corrí para todos los lados y jamás quise ser un símbolo, una marca, una señal; yo quería simplemente estar allí, entremedio a una frase de efecto, a un verso de algún poema o de alguna música; o a la explicación de un concepto.

(Quizá fuera esto).

(Sí).

Yo quería ser algo que ellos pensaban que yo jamás podría ser delante de aquello que yo era, pero como yo fui e hice y me convertí y logré, acabé me convirtiendo en lo que ellos dudaran que yo podría ser, pero esto fue a los veinte.

Porque a los quince, el primer nómade conceptual se puso a mi lado, y él me dijo que yo debería/podría ser un paréntesis (y esto no implica en la afirmativa o hipótesis de que él tuviera cualquier intención de ser el contenido de los paréntesis, o algo parecido (pero en su constante de coma, rompiendo la futilidad de los pensamientos que no paran, cuestionándolos, varias veces, él abrió el espacio para mí, paréntesis)); pero nómade que él era, se fue. Entonces estuve algún tiempo en un lugar de extremos, la intersección simbólica de dos retas, pero no me adapté. Fue entonces que resolví perseguir a un canuto, pero para mí sorpresa, acabé conociendo otro nómade conceptual; y él me dijo que no importaba que tipo de cosa yo fui, o si era, o si debería ser… entonces yo simplemente fui.

Y otra vez, logré entrar en mi cueva (la misma del comienzo, donde salí, o donde entré (no que haya alguna diferencia)). Y cada vez me hundí más en ella, pero cuando venía a la superficie, traía mucho entre los paréntesis. El problema desde entonces (y yo ya no estaba con veinte (y esto era/es un problema)) es que letras vacías no justifican paréntesis llenos).

(Ahora, cada vez más me quedo dentro de la cueva. Aquí, sombras se arrastran. Aquí, estoy completo; completamente, entre paréntesis).

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