¿Cómo encuentran inspiración los escritores?

Imagen cortesía de Joshua Earle

Muchos aspirantes a autores le harán una pregunta a sus ídolos. Una pregunta que se hace con tanta frecuencia que se ha convertido en un cliché: ¿De dónde sacas tus ideas? Sin embargo, incluso los escritores experimentados podrían dudar con la pregunta porque no hay una respuesta simple. Hay muchas respuestas que brindan los autores, pero el consenso general es que parece que la gente quiere saber cuál es la fórmula mágica.

Algunos autores afirman tener sueños, pero es posible que muchos escritores no tengan el tipo de sueños sobre los que escribir historias. Otros en realidad no saben, las ideas simplemente llegan a ellos. La verdad es que nuestras ideas no siempre vienen con una explicación. Llegan de repente, pero no siempre hay una explicación que puedas precisar. Estas son a menudo las ideas más extrañas que nos llegan.

Escribe lo que sabes

La recomendación es siempre que escribas lo que sabes. Sin embargo, no siempre estamos en el negocio de escribir memorias sobre nuestra infancia o crecer en una ciudad que solo es extraña para nosotros. Es por eso que este consejo tiene distintas interpretaciones, una de ellas es que transformes lo que sabes en ficción. Usa una ciudad o una persona que conozcas como base, y cuanto más escribas, más cambiará y se transformará dentro de tu ficción.

El truco de usar cosas que sabes es asegurarte de no ceñirte demasiado a la realidad. Recuerda que esto comenzó como la ciudad o la persona que conoces, pero se convertirá en un personaje y escenario ficticio. Comienza escribiendo lo que sabes y utilízalo para crear tu propia historia ficticia.

Imagen cortesía de Thought Catalog

Si quieres crear un mundo basado en hace tres mil años, tendrás que investigarlo. Escribe lo que sabes, y si quieres escribir sobre un período de tiempo que no sabes, entonces tienes que investigarlo. En ese tiempo de investigación, encontrarás más inspiración. Los hechos o eventos que aún no sabías crearán nuevas ideas y cuando menos lo pienses estarán fluyendo hacia ti.

Por eso no dejes que el ‘escribe lo que sabes’ te engañe, haciéndote creer que solo puedes escribir sobre cosas que has experimentado. El hecho de que nunca hayas experimentado el amor, el miedo o el dolor no significa que no puedas escribir sobre ello.

Tienes imaginación, úsala para aprender cómo tú o un personaje que hayas creado reaccionaría ante estas situaciones. Cuando conoces a tus personajes, puedes imaginar sus reacciones. Tienes la capacidad de imaginar cómo se sentirían las situaciones. No te limites a tus propias experiencias. Imagina aquello sobre los que estás escribiendo y escribe acerca de eso.

Escribe lo que sepa tu imaginación y, cuando no sepas la respuesta, investiga o lee ficción para inspirarte. ¡Expande tu imaginación!

Escapa de tu zona de confort

La mejor manera de expandir tu imaginación es escapar de tu rutina habitual. Esto se puede hacer en los viajes, explorando el país en tu puerta o el resto del mundo. Puedes encontrar vuelos baratos, tiquetes de tren o caminar a algún lugar donde no hayas estado antes y buscar ideas.

Podrías encontrarte con un escenario o ver a una persona que haría un excelente personaje. Es posible que te encuentres experimentando una nueva perspectiva del mundo que no has visto antes, una que puede expandir tu ficción.

Otra forma de escapar de tu zona de confort es mirar hacia arriba. Levanta la vista de las pantallas y observa el mundo que te rodea. Míralo todo, no te pierdas nada de lo que te rodea. El mundo ahora mismo está muy absorto en las pantallas que tenemos en las manos, tanto que nos duele el cuello de mirar hacia abajo.

Así que aparta los ojos y mira a tu alrededor, porque el mundo tiene mucho que ofrecerte y tantas formas de inspirarte. Solo tienes que prestar atención. Hay una historia en todo. Hay tantas cosas sobre las que escribir en este mundo que a veces necesitas desbloquear el potencial de tu propia imaginación.

Sin embargo, también puedes usar esa pantalla en tus manos para tu beneficio. Hay una gran cantidad de conocimiento e inspiración disponible en internet: utilízalo. La mayoría de las personas tienen Instagram, que está lleno de imágenes que están esperando para inspirarte, así que déjalas inspirarte. Sigue cuentas que tengan la capacidad de inspirarte.

Escribir es pensar

La inspiración nace del pensamiento. Es posible que necesites la inspiración para terminar tu historia o para encontrar algo con lo que comenzar, pero no puedes encontrar esa inspiración si no estás pensando en tu trabajo. Tienes que estar al tanto de tu escritura, especialmente cuando no estás escribiendo. Piensa en tu historia durante las tareas cotidianas, como lavar los platos o limpiar tu casa. Al mantener tu mente activa, estás abriendo las puertas de la inspiración.

La mejor forma de pensar es salir de casa. Sal a caminar o trotar y simplemente presiona actualizar en tu mente para que seas capaz de inspirarte con nuevas ideas. Ducharte por lo general también ayuda a pensar bien las cosas.

Hazte preguntas del tipo “qué pasaría si” y piensa en distintos escenarios. Pensarlos en lugar de escribirlos es menos compromiso y no sentirás la obligación de apegarse a tus ideas.

Los mejores escritores son los más curiosos

Aquellas personas que se dedican a la escritura son curiosas y si no lo eres, deberías serlo. Presta atención a las personas que te rodean porque son las que te ayudarán a desarrollar tu historia. Escuchar a otras personas, aunque no sepas quiénes son o de qué hablan, te ayudará a desarrollar el diálogo de tu historia.

Escucha las palabras que usan; cuán formales o informales son las personas y las inflexiones y expresiones faciales que usan a lo largo de sus conversaciones. Prestar atención a cómo hablan desarrollará la forma en que escribes los diálogos y escuchar sus palabras puede inspirarte. Si escuchas una conversación extraña o una línea graciosa, puedes construir una historia a su alrededor. Mantén tus oídos abiertos.

Tener curiosidad significa prestar atención a las situaciones que suceden a tu alrededor. Observa el mundo que te rodea, observa todo. La forma en que la gente actúa, la forma en que funciona el mundo, la forma en que otros ven el mundo. Aprende sobre otras perspectivas que no son las tuyas porque esas son las perspectivas que te harán pensar. El mundo está esperando para inspirarte, solo tienes que prestar atención sin disculpas a lo que sucede a tu alrededor.

Así que observa a la gente, escucha a los demás, presta atención al mundo y encuentra la inspiración. No encontrarás ideas para historias en una tienda de inspiración. No obstante, puedes entrenar tu mente para encontrar ideas en todas partes. Haz que tu cerebro sea consciente del mundo que te rodea, de esa manera te estás permitiendo inspirarte. Deja de mirar hacia abajo, sácate los auriculares y encuentra las ideas antes de que se vayan volando.

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