Té y galletitas (título provisional)

Cuento en construcción

Este inicio fue propuesto por Remo, uno de nuestros usuarios, a partir de este ejercicio en el cual la idea es poner a Enrique, nuestro personaje, en una situación incómoda (recuerda las características principales de Enrique). Continúa la historia.

Una situación azarosa remitió a Enrique a transitar por una calle casi desierta de un pequeño pueblo que visitaba por primera vez. Agobiado por el calor extremo y con la prisa propia de quien se dispone a realizar una importante diligencia, fue sorprendido por una anciana de rudo aspecto que, saliendo de su casa, ofrecía a Enrique té y galletitas. “¡Té y galletitas!” se acercó con una charola vacía… “Té y galletitas”.

Ajeno a las costumbres del pueblo y no sabiendo bien qué hacer, Enrique accedió casi por inercia a tan inusual ofrecimiento, del hambre indescriptible que tenía. La mujer, conocida en el pueblo como doña Leonor, acostumbrada a recibir una completa indiferencia como respuesta, se sorprendió por la reacción de Enrique, quien ya se encontraba en la mesa ávido de degustar el prometido té y sobre todo las galletitas.

0
YOUR CART
  • No products in the cart.