Pongamos a Enrique en una situación incomodísima

Cuento en construcción

Teniendo en cuenta las características de Enrique, hagamos un cuento con la condición de ponerlo en una situación incómoda. Hay mucho que se le puede inventar, puede ser una situación con una niña que le gusta, con el jefe que odia, con otro personaje que no hace si no decir bobadas… en fin. La idea es hacer una serie de textos diferentes con este mismo personaje.

László Moholy Nagy "Masks". Foto de Centralasian

Enrique era divertido, inteligente, amable, entre muchas otras cualidades… eso sí, una vez llegabas a conocerlo. El problema era que para llegar a ese punto había primero que ganar su confianza después de haber tumbado una barrera que él mismo se ponía en frente. Él era una persona de altos estándares éticos, sin embargo, la complejidad de su carácter en algunas situaciones específicas lo obligaba a tener que escoger cual virtud asumir en el momento. Como era de esperarse, muchas de las interacciones con individuos que no fueran familiares eran incómodas para él, con la excepción de personas muy alegres, extrovertidas, con buen sentido del humor, o de buena conversación, todas esas cualidades atadas a su juicio subjetivo, por supuesto.

Otros sellos de este personaje, y estos eran la raíz de la barrera que se creaba al relacionarse con la mayoría, era que, a pesar de todo, tenía un profundo deseo de agradarles a todos. Por otra parte, su inteligencia lo hacía muy crítico y tenía también un ojo increíble para detectar errores o defectos. Eran esos últimos dos rasgos los que lo ponían siempre en esas encrucijadas en las que no sabía si decir lo que de verdad estaba pensando y ser fiel a su integridad, o simular y ser visto como educado y agradable, no obstante, para empeorar las cosas un poco más, no era que Enrique simulara muy bien.

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