No era mi momento

Cuento final

Este cuento fue escrito entre Julio Fernando Cubillos, Nedda, Valentina Solari y la edición del Comité editorial de Cuento Colectivo. ¿Cómo te pareció el resultado?

Foto tomada por Brittany G

Las letras parecían brotar del libro de la vida, sin embargo, no decían mi nombre. La pálida fe que iluminaba mi sendero, parpadeaba intentando extinguirse. El manto de la sombra que en silencio espera, acechaba junto con un coro muerto de ángeles caídos, testigos fieles de mi destierro. La eternidad me aguardaba y un sol que no veré nunca más, juraba vengarse y destruirme.

Todo lo que necesitaba sin embargo, se encontraba ahí mismo. Sabía que buscando en mi memoria casi destruida, podría encontrar los signos que me orientaran hacia una salida. Por cobardía esperaba, aunque la paciencia no fuera una de mis virtudes. Sin embargo, un instinto ancestral de vida hizo que dejara ese estado larvario y extendió mi cuerpo pegajoso y frágil.

Entonces las alas coloridas emergieron, se exhibieron ante un sol rendido a sus encantos. Los ángeles se levantaron y sus voces cantaron en perfecta armonía. La fe se tuvo que fortalecer para arrancarme de las garras de la muerte. Por fin, arrinconó a la sombra confundida, mientras mi nombre brillaba una vez más inscrito en el sagrado libro. Aún no había llegado mi momento.

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