Invéntate un cuento infantil

Redacción·
Cuentos en construcción

Te invitamos a que escribas un cuento para niños. Entre nuestros cuentos finales hay varios que caen en esta categoría, pero en realidad esta sería la primera ocasión en que la regla es crear un cuento infantil, en específico. La idea fue propuesta por uno de nuestros usuarios, Enrique Castiblanco. ¡Participa!

columpios

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Redacción

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7 Responses

  1. MI GUERRERA

    LUNA SOPHIA ES UNA BEBE QUE FUE SACADA DE SU ENTORNO ANTES DE TIEMPO, Y ELLA NO SE EXPLICABA POR QUE HABIA TANTA BULLA Y ALBOROTO, ELLA SE PREGUNTABA QUE ERA LO QUE IBAN HACERLE A MAMA.
    LOS DOCTORES DECIAN QUE CORRIA PELIGRO, QUE HABIA QUE SACARLA DE UN MOMENTO A OTRO NO ESCUCHE A MAMA LLORAR MAS POR MI, DE PRONTO SENTI QUE UNAS MANOS ME TOMARON Y ME SACARON Y DECIAN QUE ERA MUY PEQUEÑA, Y TENIA PESO MUY BAJO, DE AHÍ EN ADELANTE COMENZO EL SUPLICIO PARA PODER SALVARME LA VIDA, PERO YO SABIA QUE TENIA QUE LUCHAR. DESEABA MUCHO CONOCER A MIS PAPITOS QUE NO HACIAN SINO HABLAR DE MI LLEGADA, JAMAS SE IMAGINARON QUE FUERA ASI, LLENA DE DOLOR Y LLANTO PERO YO SIEMPRE ESTUVE DE LA MANO DE PAPA DIOS. EL TIENE ALGO GRANDE PARA MI, POR ESO ME AFERRE A LA VIDA. EL DIA DE HOY TENGO 5 MESES, SOY UNA BEBE FUERTE Y SANA, SE CUANTO ME AMAN MIS PADRES Y ABUELOS.

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  2. en las montañas cerca a la casa de la bruja mogola. vivía camilo y herid ,un día salieron muy tarde a jugar y vieron a mogola volando en su escoba,fueron corriendo a casa a contarle a sus padres y ellos les dijeron que no existían las brujas que era imaginación. Ellos siguieron frecuentando, el sitio ,viendo a mogola realizando bebidas raras.Cierto día,se subieron a la escoba y se lanzaron de la azotea los padres los llevaron al medico pues presentaron varios aruños.

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  3. en las montañas cerca a la casa de la bruja mogola. vivía camilo y herid ,un día salieron muy tarde a jugar y vieron a mogola volando en su escoba,fueron corriendo a casa a contarle a sus padres y ellos les dijeron que no existían las brujas que era imaginación. Ellos siguieron frecuentando, el sitio ,viendo a mogola realizando bebidas raras.Cierto día,se subieron a la escoba y se lanzaron de la azotea los padres los llevaron al medico pues presentaron varios aruños.

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  4. Soy un ángel que nació el 15 de agosto de 1951, siendo casi la media noche de un jueves, la primera de ocho hijos, la felicidad de papá y mamá, y ver por primera vez la mirada de mi padre al oír latir mi corazón.
    Ver mis ojos, mis manos, mis piernas, todo mi ser. Mis papás buscan mi nombre, para registrarme en una notaría, el más apropiado para este Ángel, Cecilia.
    Luego llega, mi primera vacuna, junto a mamá y papá el dolor parece ser menor, pero oigo el llanto desconsolado y afligido de mi madre, imaginando mi sufrimiento.
    Soy un ángel de pelo negro, ojos cafés, mi dulzura caracteriza el cariño hacia mis padres, por ser su primera hija, me siento más cercana a ellos y orgullosa.
    Voy creciendo, y aprendiendo de mis padres, a mi padre lo acompaño a las labores del campo, y a mamá en oficios cotidianos. Canto, río, lloró, juego con lo que me encuentro, pero hace falta algo, quizás una compañía parecida a mí.
    Que alegría, cuando me entero, que otro ángel vendrá a acompañar

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  5. De tiro con su hijo Peter, entra Norma al Super para comprar alimentos. Al niño no le gustaban los Supermercados porque le temía a las cajas registradoras. Con sus ocho añitos, un niño le puede temer a cualquier cosa…Peter a las cajas del Super. Los números que aparecían en el visor no eran números sino los ojos del dragón, y la tira de papel con los precios era para él la lengua caliente del bicho, que cada vez estaba mas larga y parecía que lo tocaría en cualquier momento.
    La mamá le venía explicando que si estaba con ella, nada le ocurriría. Solo tenía que pensar en el partido de futbol que jugaría con sus amigos justo cuando estuvieran pasando por la caja y seguro que todo el susto se le pasaba.
    —Te dejo manejar el carrito si te portas bien, le pidió la madre.
    —Yo no se manejar todavía, mami.
    —Pues yo te enseñaré, amor, así cuando vengas con papi le muestras lo que sabes hacer.
    El carro se hamacaba de un lado para otro, guiado a toda velocidad por Peter, mientras la madre se entretuvo mirando los precios de los fideos para la sopa. Como en la escuela lo que mas le gustaba al niño era enchastrar de colores todo su cuaderno, frenó su autocarro enfrente de las verduras y frutas porque le atrajo todo aquel colorido.
    —Todos sabemos que no te gusta venir aquí, le habló un hermoso morrón rojo que parecía el jefe de todo el cajón donde estaban sus compañeros.
    —Asombrado, Peter busca a su mamá con la mirada, que se pierde entre tanta gente, pasillos y góndolas.
    —Si quieres podemos ayudarte, dijo bajito una reluciente naranja, que se frotaba el sellito que tenia pegado.
    Ahora más calmado, Peter les contesta: este lugar donde viven es el que mas me gusta de todos. Ya aprendí todos los colores en la escuela, así que ahora puedo nombrarlos a ustedes si me dicen como se llaman y después le cuento a mi mami.
    — ¿Quién es el rojo?
    —Me llamo morrón, y algunas veces me vas a encontrar coloreado de verde.
    — ¿Los de color anaranjado, como se llaman?
    —Naranjas, contestaron todas las del cajón, y nuestras primas de aquí abajo son las mandarinas.
    — ¿Y esos copos que parecen papel arrugado de color verde?
    —Somos las lechugas, Peter, y nos gusta jugar a que somos de nieve, copos de nieve verde.
    Norma apareció doblando en la estantería de las galletitas, y se alegró de ver a su hijo entretenido en la verdulería, ya estaba por dar aviso al guardia para que la ayude a buscarlo. No pudo oír la charla del niño con los frutos de la tierra, pero se alegró de verlo bien y hasta parecía mas tranquilo que cuando entraron. La señora recogió algunas verduras de aquí y otras frutas de allá y le sorprendió cuando su hijo le pidió que llevara morrón, naranjas y lechugas. « Este chico ya sabe los nombres de los vegetales, pensó»
    Después de llenar el carro con lo necesario, madre e hijo enfilaron para« la casa del dragón lengualarga». Mientras Norma ya se imaginaba todo el berrinche que le armaría su niño al cruzar por la caja, Peter recordaba lo que le dijeron sus amigos: rojo, naranja y verde… rojo, naranja y verde… a los dragones no les gustan las verduras… solo comen estrellas… su lengua se congela si tocan lechugas…el color rojo les cierra los ojos…los sellos de las naranjas los asustan…
    Ya en la calle, la mamá lo mira al niño y contenta que esta vez no se asustó, le pregunta: seguro que no te olvidaste del partido de futbol, Peter. Y el niño contestó: de que partido me hablas, mamá.

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